miércoles, 1 de mayo de 2013


Venezuela y su Actividad Agropecuaria

           Antes de comenzar a estudiar la Actividad Agropecuaria en Venezuela es necesario aclarar una serie de puntos importantes referentes a dicho tema, es decir, es preciso señalar algunos conceptos relacionados con la actividad agropecuaria principalmente, a fin de entender de una forma más clara la temática en cuestión.
En tal sentido, podemos mencionar que la actividad agropecuaria no es más que aquella que se realiza en el campo con la finalidad de obtener los frutos de la tierra para alimentos e industria, como lo son las cosechas de cereales, oleaginosas y fibras.  No obstante, la actividad agropecuaria engloba otro elemento de suma importancia como lo es la ganadería, siendo esta la cría de animales para carne, cueros o para la producción de leche de la cual obtenemos gran cantidad de derivados.
Con referencia a lo anterior, el surgimiento de la agricultura data del periodo neolítico, siendo esta un paso clave en el desarrollo de la humanidad ya que los historiadores afirman que el hombre  evoluciono de la simple caza y pesca a las actividades agrícolas y ganaderas que hoy conocemos, haciéndose estas un poco más complejas.
Como se menciono anteriormente, la actividad agropecuaria es la realizada en el campo, utilizando la tierra como factor fundamental para el trabajo, lo cual convierte a esta actividad en primaria, que podemos definir como aquella que se dedica solamente a la extracción de recursos naturales bien sea para consumo o para comercialización.
Las actividades primarias son la agricultura (cultivos), ganadería (cría de animales), pesca (captura de especies acuáticas) y por último la explotación forestal (explotación de los bosques).
Con la agricultura creció la disponibilidad de alimentos y aumentó la cantidad de población existente  alrededor de todo el mundo.  En consecuencia, al igual que muchos otros países de América Central y del Sur, Venezuela se inserto en el mercado internacional como país productor de materias primas de origen agrícola, en este caso principalmente de cacao y otros cultivos de climas cálidos y húmedos.
La agricultura actual emplea técnicas más avanzadas que no dependen de la energía animal ni humana, logrando un amplio aprovechamiento de los recursos naturales. Un ejemplo de ello son los cultivos como el sorgo, el girasol, el arroz, el maní y la caña de azúcar, los cuales son producidos bajo el esquema de la agricultura moderna.
Entre las características principales de la agricultura moderna podemos citar las siguientes:
-Elevada inversión en tecnología
-La no dependencia de los factores naturales o climáticos
-Concentración de mano de obra especializada.
En 1960 bajo la presidencia de Rómulo Betancourt en Venezuela fue difundida una ley de reforma agraria, con la cual se buscaba una meta fija, la distribución equitativa de las tierras, estableciendo la adecuada organización de los créditos y de la asistencia integral para los productores del campo a fin de que la tierra constituyera la base de estabilidad económica para el hombre que la trabajaba.
Es preciso señalar que en el 2003, las actividades agrícolas en el país ocupaban el 11% de la población activa y contribuyeron con el 5% del Producto Interno Bruto (PIB).
Cabe destacar, que los variados recursos agrarios venezolanos están representados por sistemas productivos que cubren desde la agricultura de subsistencia y semicomercial desarrollada en tradicionales conucos y en pequeñas fincas donde se cultivan productos de consumo domestico, como lo son las caraotas, los frijoles, la yuca y algunas raíces tropicales, hasta grandes plantaciones de diversos tipos como la de café.
Actualmente, en Venezuela, coexisten 2 tipos de sistemas de producción agrícola que son opuestos en cuanto a sus características y niveles de producción, estos son el tradicional, el cual hace uso extensivo de la tierra y el moderno, donde el uso de la tierra es intensivo además de estar altamente tecnificado.
Resulta oportuno señalar que según la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela el estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica para el desarrollo rural integral, garantizando de esta manera la seguridad alimentaria en el ámbito nacional y el acceso permanente a estos, privilegiando y desarrollando la producción agropecuaria interna.
Por lo tanto, según lo anterior, el estado Venezolano debe generar políticas de desarrollo agrícola para el bienestar social, siendo este sector uno de los sectores generadores de ingresos y abastecimiento a la población.
A manera de resumen final, se destaca la amplia gama de recursos naturales con los que cuenta Venezuela, un país con mucho potencial en el ámbito agrícola, con zonas climáticas ideales para determinados cultivos y cría de animales con diversos propósitos.
          Sin embargo, nuestro país aun no ha llegado al nivel  máximo de producción agropecuaria y es allí donde el estado juega un papel fundamental al aplicar como ya se menciono anteriormente políticas y estrategias encaminadas en aumentar la producción con la finalidad de satisfacer las necesidades de la población, la cual día a día se hace mas grande haciendo así que la demanda de productos crezca cada vez mas. 

Públicado por: Santiago Santiago S.
                       C.I. 20.240.130
ACTIVIDAD AGROPECUARIA EN VENEZUELA

La producción agropecuaria en Venezuela es muy variada y alimenta dos circuitos bien diferenciados, el destinado a la exportación y el que abastece el consumo interno. El principal producto de exportación es el cacao, fruto americano y rubro en expansión desde 1670, base fundamental de la riqueza de los hacendados entonces llamados “grandes cacaos”. Desde el siglo XVII, el cacao suplanta al cultivo del tabaco como primer renglón de producción y comercio.

El cacao se cultiva en toda la franja norte costera, desde Irapa, Soro y Yaguaraparo hasta Maracaibo. Sin embargo, la mayor concentración de la producción se encuentra en la zona central, básicamente en Caracas y litoral central, Barlovento, valles de Aragua y del Tuy. El tabaco, otro producto de origen americano, es también importante en diversos contextos regionales, sobre todo en Cumaná, y en las regiones del piedemonte andino llanero, especialmente en Barinas, cuya variedad es una de las más cotizadas.

Una relación de 1775, escrita por Agustín Marón, indica que en las “jurisdicciones de San Carlos,

Nirgua, Araure, Guanare y Barinas se coge mucho más [tabaco] de cura seca”. Añade además que todas “las personas de la provincia, sin distinción de sexos, clases ni edades, lo fuman viciosamente”.

Otros productos agrícolas como el algodón, beneficiado por los indígenas americanos mucho antes de la llegada de los españoles, tienen menor distribución espacial. Sucede lo mismo con el añil, cultivado de preferencia en los valles de Aragua, en especial en Maracay, donde hay alrededor de 60 haciendas, y Yaracuy, que se incorpora a la economía colonial a partir de 1770.

El cultivo espacial del café experimenta un crecimiento considerable desde su introducción en 1730 en la región del Orinoco, para luego alcanzar casi todo el territorio, la cordillera de la Costa y los Andes en particular. Desde finales del siglo XVIII, la producción va en aumento hasta convertirse en el principal rubro de exportación a finales del siglo XIX, hasta 1926 cuando el petróleo toma su puesto.

De los productos de consumo interno, y que ocasionalmente son exportados, la caña de azúcar ocupa el primer lugar. Es la gramínea asiática una de las plantas más importantes para las economías regionales.

De ella se elabora tanto el azúcar, blanca o en forma de panela y papelón, como el aguardiente, producto de gran consumo interno, y auténtico dolor de cabeza de autoridades civiles y religiosas quienes intentan eliminarlo (acudiendo a veces a Dios, otras al Rey), para proteger a productores peninsulares y canarios.

En el ramo pecuario destaca la cría y exportación de ganado. Se venden los cueros, cuyo comercio ultramarino data de fines del siglo XVI y es considerable en el XVIII, cuando José de Castro y Araoz calcula, para 1786, la existencia de casi 650.000 cabezas de ganado vacuno en la provincia de Venezuela.

También exporta ganado en pie –reses, mulas y caballos– de preferencia a las islas antillanas azucareras, escasas de animales para el trabajo en los trapiches y de alimentos para su población; otra forma de venta es tasajo, vale decir carne seca y salada, al que debe su auge comercial la ciudad de Barcelona, que se abastece de la extensa llanura hasta el Orinoco.

Muchos de estos productos se comercian por vía legal, pero muchas veces se contrabandean, bien por naves que atracan furtivamente a lo largo de las costas o por el ocultamiento de mercancías en las bodegas de los navíos de tráfico normal, tanto para evadir impuestos como para introducir especies prohibidas. En el comercio clandestino participan tanto españoles como extranjeros, a su vez grandes socios de los habitantes locales. Esta forma de intercambio no hace sino florecer y en poco lo pueden impedir las autoridades coloniales, a menudo sobornadas o asociadas al tráfico clandestino.

Yonny Bortolotti
C.I: V-19.512.957